La Planificación Estratégica o Política Corporativa es una asignatura que no debe faltar en ningún Máster de cualquiera Escuela de Negocio que se digne de tener una mediana calidad. Es que planificar, debe ser la tarea más relevante de todo profesional que gestione recursos de cualquier naturaleza. Lo interesante de este concepto es que es escalable, es decir, no importa la dimensión o escala donde lo apliquemos, siempre podremos planificar estratégicamente, a nivel de un país, o simplemente, a nivel personal. Eso es lo interesante de esta poderosa herramienta. Poder dibujar o esbozar las líneas futuras de lo que queremos (o intentamos) ser. Una vez escuché una frase que siempre he mantenido presente: “Planifican los profesionales, improvisan los novatos”.
Parte del proceso de planificar involucra definir conceptos tales como Visión, Misión, Objetivos, Valores y Estrategias. Planificar sin más resulta en un ejercicio claro y de reflexión de nuestra debilidades, fortalezas, amenazas u oportunidades. Y todo ello aderezado con un entorno en la cual nos desenvolvemos.
Todo lo relaciono, ya que en estos días en Barcelona (España) se celebra otra edición del prestigioso congreso mundial de telefonía móvil, evento que congrega lo más granado del sector, y sirve como escaparate de ejecutivos, tendencias, modas y vanidades.
Es que la tecnología es, y sin duda alguna seguirá siendo, uno de los sectores de referencia económica del mundo. El mundo es tecnológico, y es un hecho irreversible. Países que así lo han entendido han impulsado estrategias para avanzar en ello, y otros simplemente son receptores y/o consumidores de tecnología. Pero no pasa nada con ello, el organizar congresos y recibir turistas con calidad, es una estrategia más dentro del panorama de los negocios.
La planificación estratégica es una herramienta que está íntimamente relacionada o ligada al liderazgo. Sin él, digamos que dibujar una visión de país es difícil. Y permítanme poner como ejemplo uno de los países, que a pesar de la crisis y de sus problemas con vecinos, mantiene indicadores, que dejan perplejos a más de uno, y esa es Corea del Sur. Es que fundamentalmente, los objetivos para cualquier país son el empleo, crecimiento (PIB), y poco más. Permitir a su gente vivir con cierta dignidad es una tarea que necesita precisamente liderazgo y visión, o viceversa.
Uno de los países líderes en el mundo de tecnología mobile precisamente es Corea del Sur, con marcas líderes y utilizadas a nivel mundial, compite con sólidas marcas de países que son verdaderas potencias globales. Eso lo ha entendido Corea, así y desde hace muchos años viene profundizando su estrategia de fortalecer la educación de su país. La figura muestra la tasa de desempleo de Corea del Sur en pleno ojo de la crisis mundial. Si tomamos como referencia económica que el pleno empleo es el 5%, imaginen las cifras mostradas por este gigante asiático tecnológico.
Si los objetivos son claros para un país, cual debe ser la estrategia para alcanzarlos: la educación. Es que los países asiáticos a lo largo de su historia han estado en plena convulsión: guerras, conflictos limítrofes, hambrunas, y otras carencias, que los han mantenido en rezago mundial. No obstante, en un alarde liderazgo y visión, muchos de sus dirigentes visualizaron que la educación, con fuertes técnicas de marketing impulsaría a sus economías a lo que disfrutan hoy día. Y todo ello, con problemas que persisten con sus vecinos, y amenazas constantes de fenómenos naturales que los golpean duramente, pero con la sólida convicción o valor de reponerse a las adversidades que surjan.
En conclusión, analizando el Congreso de Telefonía Mobile que celebra en Barcelona, podemos deducir que países que mantienen una vanguardia y una envidiable salud económica a pesar de la crisis, han sabido anticiparse a ella y disfrutar de ventajas que ofrecen tasas de crecimiento y empleo estables.
Invitamos a los líderes del mundo a reflexionar en sus países, a definir un camino, y apostar por la estrategia que a largo plazo tiene mejores resultados: La Educación.
