Tres (3) marcadas revoluciones han signado los movimientos económicos de los últimos siglos. La llamada revolución de la agricultura, la revolución industrial, y la más actual, la revolución de la información. Todas ellas han impulsado el nivel de muchas países a estadios claramente de bienestar.
La más recienta conocida como la revolución de la información, podemos más bien situarla en una verdadera economía digital, en donde los agentes sociales interconectados, interactúan entre sí para optimizar y maximizar la productividad de las organizaciones.
No obstante, existen sectores “latecomers” que muestras rezagos más que otros. Tal es el sector educativo en general. Podemos decir, sin llegar a equivocarnos, que en muchos países se sigue enseñando utilizando los ancestrales elementos: tiza, borrador y pizarra. El tradicional libro bajo formato Corex aún persiste en las generaciones que han aprendido bajo su dominio.
Pero, más que centrarme en el pasado, vemos el futuro con optimismo, que la educación como elemento democratizador, impulsor de oportunidades y progreso, todos ellos al alcance de muchas sociedades, que contribuyan en minimizar la brecha existente en muchas culturas.
Veamos algunos elementos que marcaran sin duda alguna a la educación del futuro:
- e-Book. Y no me refiero a clásico libro electrónico en donde las personas puedan leer su novela preferida en una tablet especial para ello. Me refiero a texto académicos totalmente electrónicos e interactivos (totalmente multimedia), en donde los estudiantes y profesores, puedan comprarlo directamente de la tienda de la editorial de turno, leer e interactuar con materiales multimedia, comentar, marcar párrafos y trabajar en grupo con sus compañeros de clase. Los estudiantes podrán ir a clase con su tablet como principal elemento de aprendizaje, evitando la carga de pesados libros, que se vuelvan obsoletos el próximo curso. Y lo más importante, los alumnos podrás aprender de forma colaborativa y cooperativa, utilizando siempre su texto electrónico almacenado en la nube, y accediendo a él desde su tablet.
- PDI. Pizarras digitales interactivas de última generación, que sirva como eje central y dinamizador de la clase, quizás accesible desde cualquier sitio, minimizando la presencialdad, y flexibilizando tiempo y espacio. En donde sean protagonistas los vídeos, las imágenes, lo social, y en general, en foco de intercambio de una comunidad llamada clase. La clase interactiva será grabada, publicada en la nube, y compartida por una comunidad de escuelas o universidades globales.
- Connectivismo. Metodología de aprendizaje evolutiva del conductivismo y contructivismo, aprovechado lo mejor del aprendizaje social e informal, y basada en Internet como medio principal. Personalizando los contenidos disponibles a nivel global. En donde el conocimiento esté disponible más allá de la tradicional aula de clase. En donde, los estudiante conectados, podrán interactuar y colaborar para ampliar el conocimiento.
- MOOC (Masive-Open-Online-Courses). Diferentes centros educativos, publicarán contenidos MOOC de diferentes naturalezas y temáticas, en donde los estudiantes podrán complementar sus estudios accediendo a ellos y obteniendo conocimiento de cursos publicados en diferentes portales a nivel global.
- e-Profesor. El profesor tradicional, deberá re-formular su rol en el aula. Deberá hacerse una verdadera re-ingeniería del profesor tradicional, tal cual lo hemos conocido hasta ahora. Tendrá un perfil más de moderador, dinamizador y motivador de los estudiantes. Una especie de Coach que sirva como eje conductor de una clase, cada vez más distribuida en el tiempo y en el espacio.
- Curriculum. Los programas deberán estar adaptados a la sociedad del conocimiento, en donde asignaturas tales como la programación de Tablet o móviles sea de obligado cumplimiento, independiente del área de conocimiento. Se podrán utilizar, o más bien incorporar, contenidos generados en otras instituciones escolares y/o académicas. Los países deberán realizar una modificación de las leyes educativas actuales, dichas leyes deberán tener como horizonte el preparar el talento que demandará la sociedad del futuro. Un individuo más nativo digital, interconectado y global.
- Gamification. Juegos, casos, simulaciones y otros conceptos del mundo lúdico serán incorporados a los contenidos de las asignaturas de la escuela o universidad del futuro. En donde retos y contribuciones se generen a nivel global, maximizaran la riqueza cultural del aprendizaje y minimizaran la brecha generacional y global.
- U-Learning. Los docentes y dicentes tendrán el acceso a sus materiales en todo momento, independiente del espacio, tiempo o dispositivo. Recibiendo notificaciones de calendario, eventos, notas, reuniones de grupos de trabajo, contenidos, entre otros. La ubicuidad como factor primordial de una escuela o universidad verdaderamente interconectada, incrementará el reto de los gestores educativos, al propiciar tales mecanismos de conexión. Gran parte del aprendizaje será informal, por eso la importancia de contenido multi modales que potencien al alumno y lo preparen para competir en una economía digital y global.